En una sesión de “preguntas y respuestas”, Carl Trueman fue cuestionado acerca del porqué las iglesias de hoy están perdiendo a sus jóvenes. Las típicas respuestas a esta pregunta abarcan cosas como las tentaciones de este mundo o la irrelevancia de la iglesia–tus típicas respuestas. Sin embargo, Trueman hace una perspicaz y convincente conexión entre nuestra crianza y la apostasía.

“La iglesia está perdiendo a sus jóvenes porque los padres nunca les enseñaron a sus hijos que era importante. Pienso que aplica en todos los ámbitos. Aplica en la adoración familiar, y también aplica si tú estás en la iglesia todos los domingos y qué prioridad demuestras a tus hijos que la iglesia tiene el domingo.  Si el sol resplandece y tus amigos van a ir a la playa, ¿decides faltar a la iglesia e ir a la playa? En tal caso, envías señales a tus hijos de que la iglesia no es importante” (Carl Trueman).

Ahora bien, sabemos que llevar artificialmente a nuestros hijos a la iglesia no les otorga ni les garantiza la salvación. Obviamente, Dios no es honrado mediante actos religiosos externos sin una adoración de corazón. Este tipo de legalismo no es el tema de este artículo. Este es acerca de la crianza y el peso de responsabilidad detrás de cómo los padres priorizan su tiempo y decisiones de estilo de vida para sus familias.

Los padres toman decisiones por sus familias todo el tiempo. A medida que deciden lo que tiene prioridad en la familia, cada decisión es cuidadosamente observada y guardada dentro del corazón de sus hijos. Sí, ellos están mirándote, y ellos están aprendiendo de ti.

Tal vez la razón por la que nuestros hijos no tienen amor por Cristo es el hecho de que nosotros como padres no mostramos ningún amor o pasión por Cristo, evidenciado a través de cómo priorizamos nuestro tiempo tanto los domingos como durante la semana. Cuando la televisión, los deportes, la escuela, los hobbies e incluso la familia son elevados a un lugar de idolatría y reemplazan las responsabilidades cristianas vitales, entonces estamos diciéndoles a nuestros hijos que Cristo es secundario en todas estas cosas. Les decimos a nuestros hijos que no es necesario tomar tu cruz y morir a ti mismo diariamente para seguir a Cristo. Les decimos que tú solo tienes que vivir por Cristo cuando es conveniente para ti. Les decimos que está bien sacrificar tiempo con el completamente satisfactorio Salvador si algo “más divertido” o “más importante” viene con ello (sarcasmo indicado con las comillas por si no te diste cuenta). Y eso suena como un camino claro hacia la apostasía si me preguntas a mí.

Evaluemos dónde están nuestros corazones observando nuestras decisiones. ¿Priorizas la iglesia local? ¿Priorizas la adoración a Cristo en tu casa y los domingos? ¿Priorizas servirle a Él y alabarle a Él en contextos escolares y de trabajo? Esto no significa que nunca jamás faltes un domingo o que no puedes tener ninguna actividad extracurricular. En cambio, es un serio recordatorio de que no deberíamos poner las cosas de Dios al fondo de la lista de prioridades, porque eso les dice a nuestros hijos que Cristo está al fondo de nuestra lista de prioridades. Y el Dios de este universo no pertenece allí.

Mi oración es que todos nosotros mejoremos en esta área. Pero ten cuidado, tal vez no vemos esto porque Cristo no es una prioridad en nuestras vidas. Y si Él no es una prioridad en nuestras vidas, entonces nuestros hijos lo sabrán y seguirán nuestro ejemplo.


Micah Anglo graduó de la universidad de Cal State Long Beach. Obtuvo su maestría en divinidades en The Master’s Seminary. Está casado con Loris Anglo desde el 2013 y viven en la ciudad de Lakewood, California. Disfruta el basketball, la lectura, y servir al pueblo de Dios en el ministerio a tiempo completo.


Publicado originalmente en www.contendfortruth.com. Este artículo ha sido traducido y usado con permiso.