El otro día visité una iglesia contemporánea, y observé varias cosas. Entre ellas, pensé en que, aunque yo defiendo una adoración conservadora, mis gustos personales no deberían guiar la adoración en mi iglesia. Por el contrario, Dios debe guiar la manera en que adora una congregación. Cuando cualquier cosa ajena a la Palabra de Dios guía mi manera de adorar, estoy ofreciendo a Dios adoración adulterada.

Entonces, ¿qué dice la Biblia sobre la adoración?

A mi parecer, el pasaje que mejor describe la adoración adulterada es 1 Reyes 12:25–33, ya que describe (1) por qué surge la adoración adulterada, (2) qué es la adoración adulterada, y (3) cómo engaña la adoración adulterada.

¿POR QUÉ SURGE LA ADORACIÓN ADULTERADA?

En el 931 a. C. el reino de Israel se dividió en dos: Israel (Samaria) y Judá (Jerusalén). Jeroboam quedó a cargo de Israel y no quería que el pueblo regresara a los hijos de David en Jerusalén. Por ello, decidió adulterar la adoración a Dios.

La Biblia describe los motivos:

  1. El deseo de agradar a los demás.

“Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá…” (1 R. 12:26-27).

Jeroboam decidió pensando solo en la gente.

No es malo en sí mismo el considerar cómo piensan los demás, pero en el momento en que los líderes se fijan más en la opinión del hombre que la de Dios, estarán preparando su desvío del camino. Muy contrastante es la repuesta de Pedro: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch. 5:29). “El temor del hombre [pone] lazo” (Pr. 29:25).

  1. El deseo de ser exitoso.

“… el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, (…) y se volverán a Roboam rey de Judá (1 R. 12:27).

Jeroboam decidió buscando que el pueblo se quedase con él.

¿Cuántos de nosotros no tenemos una preocupación desordenada por cuántas personas asisten, cuánto es la ofrenda, cuántos misioneros apoyamos, cuántas misiones tenemos, o cuántas personas se bautizaron? No es malo desear crecer, pero si el éxito es mi deseo más grande, no soy siervo de Dios.

Aunado a ello, ¿nos gozamos cuando otras iglesias prosperan? ¿Nos regocijamos con los que se regocijan? ¿O nos provoca celos el éxito ajeno, como si el ministerio fuera una competencia humana? ¿Predicamos “a Cristo por envidia y contienda” (Fil. 1:15)?

  1. El deseo de estar bien.

“el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí…” (1 R. 12:27).

Jeroboam decidió buscando su bienestar personal.

Tal vez, nuestra tentación es pensar en el dinero. “Si no cedo en esto, ya no van a asistir al culto y, entonces, ¡bajará mi salario!” Es la ambición. Es el interés personal que nos puede motivar a ceder, ofreciendo adoración adulterada.

La adoración adulterada surge de deseos pecaminosos.

 

¿QUÉ ES LA ADORACIÓN ADULTERADA?

  1. Adoración que añade elementos prohibidos.

“… hizo el rey dos becerros de oro…” (1 R. 12:28).

Jeroboam formó ídolos como los que usaban las naciones paganas: becerros de oro.

Para la iglesia hoy en día es la música del mundo, o incluso usar la sensualidad para atraer a las personas. El mundo mismo reconoce que hay cierta música adecuada para la cantina y otra para un restaurante de lujo. ¿Desde cuándo tomamos las cosas que no agradan a Dios para “adorarle”? Desde hace siglos. No es nada nuevo.

  1. Adoración que prioriza la comodidad.

“… y [Jeroboam] dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, (…) y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan (1 R. 12:28).

Jerusalén debía ser el único lugar para adorar a Dios, pero Jeroboam estableció Bet-el y Dan como nuevos centros de adoración. Sin duda, pensó en la conveniencia de tener centros de adoración más cercanos a la gente. Dan está en el extremo norte y Bet-el, a unos kilómetros de la frontera al sur.

Era la religión a su conveniencia.

Ahora, no es más espiritual hacer que el culto sea más incómodo, más temprano, o más lejos. No eres más espiritual si tienes bancas sin colchones. Sin embargo, es preocupante cuando nunca estamos dispuestos a esforzarnos para adorar a Dios –cuando la conveniencia de las personas toma una importancia indebida–.

  1. Adoración que tolera ministros inadecuados.

“… e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví” (1 R. 12:31).

Jeroboam ignoró la instrucción específica sobre el linaje de los sacerdotes.

Aún hay estándares para el pueblo de Dios. La tendencia de la iglesia moderna es poner en posiciones de liderazgo a personas que en verdad no reúnen los requisitos bíblicos. Razones hay muchas, pero no hay excusa. La Biblia es muy clara en cuanto a ello (1 Ti. 3:1-7; 2 Ti 2:12-14).

  1. Adoración que distorsiona “detalles insignificantes”.

“Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá…” (1 R. 12:32).

La quinta fiesta anual era el primer día del séptimo mes. Jeroboam la pospuso un mes, contrario a la instrucción divina. Es un pequeño cambio, ¿verdad? ¿Qué importa cuál mes es?

Un ejemplo de estos cambios “insignificantes” en nuestro día sería como muchas iglesias contemporáneas programan sus cultos con el fin de tener libre el domingo para otras actividades. Minimizan la importancia del “día del Señor” (Ap. 1:10; 1 Co. 16:2), y el domingo llega a ser casi como cualquier otro día.

La adoración adulterada es la adoración que apela a los gustos de los adoradores.

 

¿CÓMO ENGAÑA LA ADORACIÓN ADULTERADA?

  1. Usa argumentos lógicos.

Cambiar la celebración de la cosecha era sumamente lógico. En el mes asignado por Dios para ella, la cosecha ya estaba terminando en Judá, pero en Israel la cosecha estaba en su cúspide. ¿No sería mejor celebrar la cosecha después de cosechar?

La adoración adulterada apela mucho a la lógica, pero la pregunta no es si es lógico o no. La pregunta es si nuestro culto es bíblico y obediente.

  1. Usa argumentos bíblicos.

La frase “he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto” es una cita de Éxodo 32:4. Jeroboam no es primero que hace becerros de oro. Él imita a Aarón, el primer sumo sacerdote del país. Parece que un precedente bíblico lo apoya.

No obstante, citar la Biblia no necesariamente significa que la Biblia apoye tus argumentos. En el pasaje bíblico que Jeroboam cita, Dios señala esa adoración como adoración adulterada (Éx. 32:8). Jeroboam tuerce las Escrituras, usándolas para defender una adoración adulterada. Esta también es la especialidad de algunas personas el día de hoy. Usan la Biblia para defender lo que la Biblia misma condena.

  1. Usa argumentos históricos.

Jeroboam puso sus nuevos centros en Bet-el y Dan. Bet-el es el lugar donde Jacob adoró a Dios. Es la casa (bet) de Dios (el). “¡Vamos a la casa de Dios! ¡Vamos a Bet-el!”. Dan, desde el libro de Jueces, fue un centro de adoración —idólatra— en el norte.

Pero el hecho de que algo sea viejo —o nuevo— no indica que también sea bíblico. La historia está llena de eventos que la Biblia desaprueba. A lo largo de la historia, se han realizado innumerables prácticas con el fin de adorar a Dios. Debemos escudriñar las Escrituras para averiguar cuáles de ellas son bíblicas y cuáles no.

  1. Usa argumentos pragmáticos.

Sería fácil defender a los nuevos sacerdotes “que no eran de los hijos de Leví”. Casi todos los levitas se quedaron en el sur. Jeroboam podría decir: “¡No hay levitas en el norte! Tenemos que abrir oportunidad a otros hermanos sinceros. ¿Apoco Dios es racista? ¿Crees que en verdad Dios solo quiere que los levitas le sirvan? Dios quiere que todos le sirvamos. Moisés escribió en su tiempo antiguo, pero ahora tenemos mayor conocimiento. Dios no es tan severo”.

Algunos usan esta clase de argumentos para justificar muchas prácticas perversas el día de hoy. Pero a Dios no le agrada la adoración adulterada.

La adoración adulterada trajo condenación inmediata (1 R. 13:1–5). Además, casi 300 años más tarde, Dios marcó de forma culminante su desdén por tal adoración cuando Josías derribó el “santuario” de Bet-el (1 R. 23). Nuevamente, la practicidad de algo no justifica ir en contra de la instrucción divina.

La adoración adulterada engaña con argumentos anti-bíblicos.

 

CONCLUSIÓN

Como hemos visto, la adoración adulterada (1) surge de deseos pecaminosos, (2) apela a los gustos de los adoradores, y (3) engaña con argumentos anti-bíblicos. Los paralelos con muchas iglesias contemporáneas son sorprendentes.

Quiero animarte a considerar la manera que adoras a Dios con las siguientes preguntas:

¿Hay una clara diferencia entre la adoración de la iglesia y la música del mundo? ¿O nuestros deseos nos gobiernan como a ellos?

¿Cuál es el énfasis en el culto? ¿La predicación toma el lugar principal? ¿O el culto busca ser “llamativo”, minimizando la predicación de la Palabra?

¿Qué tal los estándares para los líderes? ¿Cedemos en el área moral? ¿Mantenemos un testimonio irreprensible en cuanto al alcohol?

¿Qué de la vestimenta? ¿O el uso de danzas y bailes en los cultos? ¿Somos completamente permisivos con el fin de no ofender a nadie? ¿O presentamos la verdad bíblica sobre la sensualidad?

¿Hay más énfasis en la acción social de la iglesia que su mensaje de redención? ¿Qué deseamos más: el bienestar terrenal o el espiritual?

No es mi intención promover rigidez inflexible. Tampoco afirmo que entre más aburrido, mejor. Sin embargo, sé que siempre mi propia tendencia es buscar el “éxito” en el ministerio por medios que no agradan a Dios. Soy tentado a presentar adoración adulterada para Dios. Deseo vigilar. Deseo tener cuidado. Deseo honrar a Dios con adoración bíblica. ¿Y tú?