Antes de iniciar una serie de sermones sobre ciertos pecados específicos, un pastor hablaba con su esposa sobre los temas. Cuando llegó a uno, su esposa le dijo: “Ese domingo no va a venir nadie”. Sorprendido, el pastor preguntó por qué. “Porque nadie piensa que batalle con este pecado”.

Y tal como su esposa “profetizó”, fue poca gente ese domingo.

¿Cuál es el pecado con que “casi ninguno” de nosotros batalla? El materialismo. En la Biblia, se le llama la avaricia.

Jesús mismo señaló cuán diferente es este pecado cuando se refirió al “engaño de las riquezas” (Mt. 13:22; Mr. 4:19). Jesús solo usó la palabra apate —engañoso— con referencia a las riquezas. ¿Cuál es su engaño? La esposa del pastor lo dijo: nadie piensa que es materialista.

Si piensas que no eres materialista, dile al Señor Jesús: “Te doy gracias porque no soy como los otros hombres… ni aun como este publicano” materialista (Lc. 18:11). Entiendes mi punto, ¿verdad?

Ahora bien, para entender que todos batallamos con esto, tenemos que definir qué es.

¿Qué es la avaricia?

La avaricia no es tener dinero. No es tener riquezas.

Juan nos ayuda a entender:

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Jn. 2:15–16).  

La frase en versículo 16 se refiere al materialismo de esta manera: “los deseos de los ojos”. Antes, Juan nos dice cuál es la raíz de todo esto: el amor.

El materialismo no es tener dinero en tu cartera, una gran casa, o una cuenta millonaria. El materialismo es tener dinero en tu corazón.

No es pecado tener dinero. Es pecado cuando el dinero te tiene a ti.

¿Soy materialista?

Te tengo malas noticias: es probable que tú seas materialista.

Evalúate a ti mismo. Lee la siguiente lista y examina si “tú no batallas con este pecado”.

Si piensas mucho en tener más dinero… es probable que tú seas materialista.

Si adquirir bienes te hace feliz… es probable que tú seas materialista.

Si elegiste tu profesión pensando en el dinero… es probable que tú seas materialista.

Si tomas cosas que no te pertenecen… es probable que tú seas materialista.

Si te quejas de no tener las cosas que otros tienen… es probable que tú seas materialista.

Si no te alegra que Dios le dé algo a otra persona… es probable que tú seas materialista.

Si no estás contento con solo tener sostén y abrigo… es probable que tú seas materialista.

Si no estás diezmando… es probable que tú seas materialista.

Si no ofrendas con generosidad en tu iglesia… es probable que tú seas materialista.

Si es tiempo de cooperar y no quieres soltar tu dinero… es probable que tú seas materialista.

Si miras mercadolibre.mx o vivanuncios.com sin tener dinero para comprar… es probable que tú seas materialista.

Si llevas cosas para empeñarlas con frecuencia… es probable que tú seas materialista.

Si te endeudas cada vez que compras algo… es probable que tú seas materialista.

Si estás dispuesto a faltar al culto dominical para ganar dinero extra… es probable que tú seas materialista.

Si no eres generoso con otros… es probable que tú seas materialista.

Si te crees mejor que otra persona solo porque tú tienes más dinero… es probable que tú seas materialista.

Si te crees mejor que otra persona solo porque tienes un mejor teléfono… es probable que tú seas materialista.

Si te crees mejor que otra persona solo porque tienes una mejor computadora… es probable que tú seas materialista.

Si te crees mejor que otra persona solo porque tienes un mejor auto… es probable que tú seas materialista.

Si te crees mejor que otra persona por tener dinero para viajar a Cabo San Lucas, Cancún, Cozumel, Chetumal, Campeche, Culiacán, Chalco, Chiapas, Colima, Córdoba, Coyutla, Chinampa, Carrillo Puerto, Coyotepec, Cuauhtémoc, Cuautitlán, Cuernavaca, Coalcalco o Coatzacalcos… es probable que tú seas materialista.

¡Y también funciona al revés!

Si te crees inferior a otra persona solo porque tienes menos dinero… es probable que tú seas materialista.

Si te crees inferior a otra persona solo porque tienes un peor teléfono… es probable que tú seas materialista.

Si te crees inferior a otra persona solo porque tienes una peor computadora… es probable que tú seas materialista.

Si te crees inferior que otra persona solo porque tu auto está viejo (o ni auto tienes)… es probable que tú seas materialista.

EL Remedio

Ya. Es cierto. Soy materialista. ¿Qué hago, entonces?

El remedio es sencillo: Meditar.

1. Medita en Quién quiere que tengas bienes.

¡No es el diablo! Es Dios.

¿Quién te hizo a su imagen y semejanza para que puedas ser dueño de la creación (en su nombre)? Es Dios. Dios es dueño de todo, y porque te hizo a Su imagen puedes tener bienes.

2. Medita en cómo quiere que tengas bienes.

No es robando.

No es tomando préstamos innecesarios con intereses locos.

No es pidiendo a los hermanos de tu iglesia.

Es trabajando (Ef. 4:28).

3. Medita en por qué quiere que tengas bienes.

Efesios 4:28 también nos dice por qué Dios te da bienes a través del trabajo. Es para que tengas “qué compartir” con los que te rodean. Dios te dio para que tú des.

4. Medita en cuánto te pide.

¿Cuánto pide Dios? Todo. “Amarás” (el corazón del problema) no al dinero sino “a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Dt. 6:5).

Esto abarca todos tus bienes. Debes amar a Dios con todo lo que tienes, y no obsesionarte (amar) todo lo que puedes obtener.

5. Medita en cuánto te dio.

¿Cuánto te dio Dios?

Te dio todo lo que tú tienes. “¿Qué tienes que no hayas recibido?” (1 Co. 4:7). Todo lo que tú tienes te lo dio Dios.

Te dio “todo lo que tenía”: A sí mismo. Dios desea ser tuyo y que tú seas suyo. Te dio a su Hijo, a su Espíritu, su amor, su perdón, su gracia, su iluminación, su vida, su cielo… En este sentido, te dio todo.

Así que medita: Porque Cristo te dio todo, tú debes darle todo a Él. Porque Cristo te dio su todo, tú debes dar todos tus bienes para Él, para su obra, para su Evangelio, y para la edificación de los suyos.

¡Tú batallas con el materialismo! Medita en la solución para el materialismo: Cristo.