Hace unos años, mi esposo y yo empezamos a asistir a una iglesia evangélica no-denominacional, y ¡nos encantó! Valorábamos el sentido de comunidad que encontramos entre las amorosas y auténticas personas que encontramos allí y al pastor inteligente e innovador que dirigía a la congregación con sermones estimulantes y acertados. Tristemente, la iglesia se empezó a saltar los rieles teológicos y, un año y medio después, tuvimos de tomar la difícil decisión de dejar la iglesia. Hoy, la iglesia se autodenomina una “comunidad cristiana progresiva”.

En aquel tiempo nunca había escuchado del “cristianismo progresivo”, y aun el día de hoy es difícil identificar lo que hace que alguien sea un cristiano progresivo ya que existe una gran diversidad de creencias que caben bajo esa etiqueta. Aun así, existen señales —ciertas frases e ideas— que parecen estar presentes en todos los círculos progresivos. Les menciono cinco peligrosas señales que puedes buscar en tu iglesia.

1. Tienen una opinión rebajada de la Biblia

Una de las diferencias más grandes entre el cristianismo progresivo y el cristianismo histórico es su perspectiva de la Biblia. Históricamente, los cristianos han visto la Biblia como la Palabra de Dios y la autoridad para sus vidas. El cristianismo progresivo normalmente abandona estos conceptos, enfatizando la creencia personal por encima de los mandatos bíblicos.

Comentarios que pudieras escuchar:

  • La Biblia es —solo— un libro humano…
  • No estoy de acuerdo con el apóstol Pablo en este tema…
  • La Biblia tolera la inmoralidad, entonces tenemos la obligación de rechazar lo que dice en ciertos pasajes…
  • La Biblia “contiene” la Palabra de Dios…

2. Enfatizan más los sentimientos que los hechos

En iglesias progresivas, se valoran las experiencias, los sentimientos y las opiniones personales por encima de la verdad objetiva. Cuando la Biblia deja de ser vista como la Palabra definitiva de Dios, lo que una persona siente que es verdad llega a ser la autoridad suprema para la fe y la práctica.

Comentarios que pudieras escuchar:

  • Ese versículo no encaja conmigo…
  • Creía que la homosexualidad era pecado hasta que conocí a unas personas gay…
  • No puedo creer que Jesús enviaría a personas buenas al infierno…

3. Reinterpretan doctrinas cristianas esenciales

John Pavlovitz, autor progresista, escribió: “No existen vacas sagradas [en el cristianismo progresivo]… La tradición, el dogma, y la doctrina están sujetas al debate ya que todos pasaron por las manos de una humanidad imperfecta”. Los cristianos progresivos frecuentemente están abiertos a redefinir y reinterpretar la Biblia especialmente en los temas candentes de la moralidad —como la homosexualidad y el aborto— y de la doctrina —como la concepción virginal y la resurrección corporal de Jesús—. La única vaca sagrada es que “no existen vacas sagradas”.

Comentarios que pudieras escuchar:

  • La resurrección de Jesús no tiene que ser un hecho para comunicar la verdad…
  • La postura histórica de la iglesia sobre la sexualidad es arcaica y debe ser actualizada dentro del marco moderno…
  • La idea de un infierno literal es ofensiva al no-creyente y debe ser reinterpretada…

4. Redefinen términos históricos

Existen algunos cristianos progresivos que dicen creer doctrinas como la inspiración, inerrancia y autoridad de la Biblia, pero tienen que hacer acrobacias lingüísticas para que esas palabras signifiquen lo que ellos quieren que signifiquen. Recuerdo preguntarle al pastor: “¿Crees que la Biblia fue divinamente inspirada?”. Con seguridad,  me respondió: “¡Sí, por supuesto!”. Erróneamente, yo supuse que, al usar la palabra “inspirada”, los dos entendíamos lo mismo. Meses más tarde, me explicó lo que quería decir: que la Biblia es inspirada de la misma forma y al mismo nivel que muchos otros libros, sermones y cantos cristianos. Claro, los cristianos históricamente no han entendido la doctrina de inspiración divina de esta forma.

Comentarios que pudieras escuchar:

  • Dios no pudiera castigar a pecadores. ¡Él es amor!…
  • Claro, la Biblia es autoritativa. Solo que la hemos malinterpretado los primeros 2,000 años de la historia de la iglesia…
  • No nos toca hablar del pecado de los demás. Solo nos toca amarlos…

5. El centro del mensaje del evangelio cambia del pecado y la redención por la justicia social

Sin duda, la Biblia nos manda a cuidar de los marginados y a defender a los oprimidos. Es un elemento real y profundo de lo que significa vivir nuestra fe cristiana. Pero, el mensaje central del cristianismo —el Evangelio— es que Jesús murió por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó, reconciliándonos con Dios. Este es el mensaje que puede traer verdadera libertad a los oprimidos.

Hoy día, el concepto de que Dios estuvo dispuesto a que su Hijo muriera sobre una cruz es ofensivo y vergonzoso para muchos cristianos progresivos. Algunos incluso lo describen como «abuso infantil cósmico«. El concepto de una expiación sangrienta es aminorada o completamente rechazado. Y la justicia social y las buenas obras son encumbradas en su lugar.

Comentarios que pudieras escuchar:

  • El pecado no nos separa de Dios. Fuimos creados a su imagen y nos llamó a hacer el bien…
  • Dios realmente no exige un sacrificio por nuestros pecados. Los primeros cristianos observaron la práctica pagana de sacrificios de animales y contaron la historia de Jesús usando esos términos…
  • Realmente no necesitamos predicar el Evangelio. Solo tenemos que mostrar amor trayendo justicia al oprimido y provisión al necesitado…

Conclusión

Las señales no siempre son obvias. A veces son sutiles y van entremezcladas con mucha verdad. El cristianismo progresivo puede ser muy persuasivo y atractivo, pero, si lo llevamos a su fin lógico, es un ataque contra las verdades fundamentales del cristianismo y le roba su poder de salvar a las personas.

No deberíamos de sorprendernos al encontrar que estas ideas se infiltran en nuestras iglesias. Jesús nos advirtió: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt. 7:15). Entonces, si detectas alguna de estas cinco señales en tu lugar de adoración, quizás debas orar acerca de si es el momento de buscar una iglesia más fiel a la Biblia.


Alisa Childers creció en una iglesia cristiana y ganó premios por su música cristiana. Pasó una profunda crisis de fe después de cumplir los treinta. Durante esta tormenta, sentía que no existían respuestas a sus preguntas. Esto le llevó a investigar su fe intelectualmente, tomar clases a nivel maestría y leer todo lo que pudiera. Pasó de una fe sin base a una fe vibrante, racional e informada. Ahora es músico en la Iglesia Cristiana Whitewater Crossing en Cleves. Ohio.


Publicado originalmente en www.alisachilders.com. Este artículo ha sido traducido y usado con permiso.