La historia del bautismo es un área de estudio bastante polémica. Pero, como en muchos debates, los argumentos polémicos suelen opacar los puntos importantes donde sí hay unanimidad. Por ejemplo, el hecho histórico de que el bautismo por inmersión fue el primer tipo de bautismo. Esto es algo que católicos, ortodoxos, algunos protestantes y todos los bautistas están de acuerdo.

A continuación, presentaré varias evidencias históricas que comprueban que la gran mayoría del cristianismo acepta al bautismo por inmersión como el primer tipo de bautismo.

La Didaché

El primer testigo a favor del bautismo de inmersión es un documento recientemente descubierto: la Didaché o Didajé. La Didaché parece haber sido escrita en el primer o segundo siglo, y es algo parecido a una declaración práctica y doctrinal de la iglesia primitiva.

En el capítulo 7, dice:

“7:1: Pero en cuanto al bautismo, bautícense así: Habiendo recibido todos los preceptos bauticen en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, en agua corriente;
7:2: Pero si no tienen agua corriente, bauticen en otra agua, sino pueden hacerlo en agua fría, bauticen en agua tibia;
7:3: Pero si tampoco tienes ninguna, vierte el agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
7:4: Pero antes del bautismo, permite que aquel que bautiza y el que es bautizado ayune rápidamente y cualquier otro que pueda ser capaz. Y le ordenarás a aquel que se vaya a bautizar que ayune uno o dos días antes”
.[1]

Gracias a la Didaché, podemos notar cuatro cosas en la iglesia primitiva. Primero, practicaban el bautismo en el nombre de la Trinidad. Segundo, el modo de bautismo preferible era la inmersión en un río (en agua corriente). Tercero, la iglesia primitiva sí usaba el bautismo por aspersión, pero este se permitía solamente en casos excepcionales (cuando no se podía bautizar por inmersión). Finalmente, la persona que se iba a bautizar debía ayunar uno o dos días antes de ser bautizado (lo cual descarta el bautismo de infantes como una tradición temprana).

Ireneo DE LYON

Ireneo, discípulo del Policarpo que fue discípulo del apóstol Juan, escribió una obra apologética llamada Contra Herejías. Allí, criticó a los gnósticos porque enseñaban que no era necesario “traer personas al agua” sino que bastaba con ungir las cabezas de los nuevos cristianos con una mezcla de agua y aceite.[2]

Entonces, para el segundo siglo, la iglesia primitiva insistía en que el bautismo por inmersión era una pieza clave del cristianismo. Promover un bautismo que no fuese por inmersión era característico de los grupos heréticos.

Cipriano DE CÁRTAGO

El obispo de Cártago, Cipriano, contesta una pregunta acerca del bautismo:

“¿Tú me has preguntado, amado hijo, qué pienso yo de los que han obtenido la gracia de Dios en enfermedad y debilidad? ¿Deben ser considerados cristianos legítimos, aunque no han sido bañados con el agua salvífica sino rociados? Sobre este punto, mi timidez y modestia no me permiten juzgar a nadie. En casos de necesidad, y Dios demuestre compasión, los métodos divinos dan todo el beneficio a los creyentes”.[3]

Interesantemente, para el tercer siglo, un pastor reconocido demuestra timidez en aceptar el bautismo por rociamiento o aspersión. La pregunta y la respuesta indican que a la iglesia primitiva sí le importaba el modo del bautismo. También, demuestra que la práctica normal fue la inmersión. Demuestra una abertura a otros modos, pero, como dice la Didaché, solamente cuando el candidato no puede ser bautizado por inmersión (como en este caso, por enfermedad). Es importante notar que, aunque la Didaché permite el bautismo por rociamiento, no parece que eso haya sido aceptado como autoridad por toda la iglesia.

La Enciclopedia Católica

La Enciclopedia Católica, publicada cuando Roma todavía declaraba como herejía la libertad de religión, admite claramente:

La forma más antigua usualmente empleada fue sin duda la inmersión. Esta no sólo es evidente a partir de las escrituras de los Padres y los primeros ritos tanto de las Iglesias Latinas y Orientales, sino que también puede observarse en las Epístolas de San Pablo, quien habla del bautismo como un baño (Efesios, v, 26; Rom., vi, 4; Tit., iii,5). En la Iglesia Latina, la inmersión parece haber prevalecido hasta el siglo doce. Después de ese tiempo se encuentra en algunos lugares tan tarde como el siglo dieciséis. Sin embargo, la infusión y la aspersión fueron cada vez más comunes en el siglo trece y gradualmente prevalecieron en la Iglesia Occidental”.[4]

Aunque no consideraríamos a la Iglesia Católica Romana como una iglesia ortodoxa, su influencia histórica es evidente. Y, según el texto citado, la ICAR afirma que la inmersión era la forma original en que se practicaba el bautismo, no la aspersión.

La Iglesia Católica Ortodoxa

¿Qué es la Iglesia Católica Ortodoxa? La Iglesia “Católica” fue una sola iglesia hasta el año 1054 d.C., cuando se dividió en Oriente y Occidente. La Iglesia del Oriente permaneció sujeta a las autoridades civiles, mientras que la Iglesia Occidental intentó sujetar a las autoridades civiles. La Iglesia Católica Oriental es la que llamamos la Iglesia Católica Ortodoxa. Esta incluye iglesias como la de Antioquía de Siria (la iglesia enviadora de Pablo), la iglesia de Éfeso y la mayoría de las iglesias cristianas más antiguas.

¿Por qué no conocemos mucho de la Iglesia Católica Ortodoxa Oriental? La explicación más sencilla es porque vivimos en el occidente. Otra razón es que Roma —la Iglesia Católica Occidental— conquistó muchos países (la mayoría de las Américas), mientras que la Iglesia Católica Oriental no conquistó otros países. En tiempos recientes, hemos escuchado algo de las iglesias que forman parte de la Iglesia Oriental. Por ejemplo, que habían sido perseguidas por el Estado Islámico, antes de la reciente destrucción del poder del Estado Islámico.

El sitio web de la Iglesia Católica Ortodoxa en México, dice:

“La Iglesia Ortodoxa bautiza metiendo al niño en el agua, mientras que la Iglesia Romana bautiza por infusión. En griego “baptizo” y “baptisma” significan sumersión y no aspersión o infusión. El Evangelio dice: “Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua;…” (Mt. 3:16. Mc. 1:10). La palabra subió, supone que antes bajó al agua”.[5]

MartÍn LutEro y Juan Calvino

En una de sus obras más famosas, La Cautividad babilónica de la iglesia (1520), Lutero escribe:

También en el bautismo añadió a las palabras de la promesa el signo de la inmersión en el agua”.[6]

En esa misma obra, siendo un gran conocedor del griego que tradujo el Nuevo Testamento en tan solo seis meses, expresa su entendimiento de que la palabra griega que traducimos como “bautismo” se refiere a “sumersión en agua”.

Aunque Juan Calvino argumenta que no importa la manera de bautizar, deja en claro que no hay duda de que bautizar significa “sumersión en agua” y que los primeros cristianos practicaban el bautismo por inmersión. Él dice:

“En cuanto a lo demás, tiene poca importancia si se ha de sumergir totalmente en el agua al bautizado, si se ha de hacer tres veces o una solamente, derramando agua sobre él. Esto debe dejarse a la discreción de la Iglesia, según la diversidad de los países. Porque el signo se representa de cualquiera de estas maneras. Aunque la palabra misma “bautizar” significa sumergir; y consta que la iglesia primitiva usó este rito.[7]

CONCLUSIÓN

Así que, el bautismo por inmersión es el único que no se perdió a través de la historia. Los escritos de los primeros padres de la Iglesia, el catecismo católico romano, la práctica actual de la iglesia ortodoxa y las enseñanzas de Martin Lutero y Juan Calvino demuestran que aun los que practicaban otros modos del bautismo, aceptaban que el bautismo por inmersión es el bautismo original.

Nota que ninguno de estos grupos o personas argumentan en contra del bautismo por inmersión. La Iglesia Católica Romana practicó el bautismo por inmersión por más de mil años. La Iglesia Ortodoxa Oriental sigue practicando el bautismo por inmersión hoy en día. Martín Lutero regresó a la práctica del bautismo por inmersión por su conocimiento del griego, aunque no enseñaba que fuese necesario. Aunque el Catecismo de Westminster afirma que la inmersión no es necesaria y que la manera apropiada de bautizar es la aspersión, el Concilio debatió esta enseñanza y la aprobó por un solo voto.[8]

La historia comprueba que el bautismo por inmersión se descuidó tarde en la historia de la iglesia, pero nunca se perdió. Cuando alguien argumenta que se puede bautizar de otra manera, no apela a la Biblia, ni a la práctica de los primeros cristianos, sino a la autoridad humana y a la tradición tardía. Por otro lado, el bautismo por inmersión tiene apoyo bíblico e histórico, lo cual es afirmado incluso por los que practican otros tipos de bautismo. Por tanto, esto debería guiar nuestra práctica el día de hoy. De hecho, ¡hemos visto que la palabra misma significa “sumergir”! Así que, bautizar de otro modo es como decir que una barra de pan es lo mismo que una tortilla de harina, solo porque los dos contienen harina de trigo (o agua, en el caso del bautismo).


[1] http://www.miapic.com/la-didaje-o-didache, 6 agosto 2018.

[2] Traducción del autor. Irenaeus of Lyons, Irenæus against Heresies, in The Apostolic Fathers with Justin Martyr and Irenaeus, ed. Alexander Roberts, James Donaldson, and A. Cleveland Coxe, vol. 1, The Ante-Nicene Fathers (Buffalo, NY: Christian Literature Company, 1885), 346.

[3] Traducción del autor. Cyprian of Carthage, The Epistles of Cyprian, in Fathers of the Third Century: Hippolytus, Cyprian, Novatian, Appendix, ed. Alexander Roberts, James Donaldson, and A. Cleveland Coxe, trans. Robert Ernest Wallis, vol. 5, The Ante-Nicene Fathers (Buffalo, NY: Christian Literature Company, 1886), 400.

[4] http://ec.aciprensa.com/wiki/Bautismo#ETIMOLOG.C3.8DA, 6 agosto 2018.

[5] http://iglesiaortodoxa.org.mx/informacion/2013/05/ diferencias-entre-la-iglesia-catolica-ortodoxa-y-la-iglesia-catolica-romana/, 6 agosto 2018.

[6] https://alatinacolonia2013.files.wordpress.com/2013/05/cautividad-babilonica.pdf, 6 agosto 2018.

[7] http://www.iglesiareformada.com/Calvino_Institucion_4_15.html, 6 agosto 2018.

[8] Samuel Miller, Infant Baptism Scriptural and Reasonable by Sprinkling or Affusion the Most Suitable and Edifying Mode, https://play.google.com/store/books/details?id=QVZiAAAAcAAJ&rdid=book-QVZiAAAAcAAJ&rdot=1, 6 agosto 2018.