En México, han pasado 50 días desde que comenzó la cuarentena por el COVID-19. En un principio todo parecía ser cuestión de 15 días (según nos comunicaban las autoridades). Al ver cómo iban evolucionando las cosas, al ver cómo pasaban los días, me empecé a preguntar cuál era el propósito de todo esto. ¿Qué nos quiere mostrar Dios a la iglesia? ¿Qué quiere mostrarme Dios a mí, Denisse Zermeño?

Deseo plasmar cuatro puntos en los que he podido reflexionar, en los que Dios me ha hablado conforme pasan los días.

1. Debo cuidar a los demás (1 Jn. 4:7).

Dios me ha dado un esposo que se dedica al área médica. Por ello he sabido de casos de este virus donde mi esposo ha estado involucrado. He visto cómo se preocupa por cada una de esas personas. Veo cómo le llaman de diferentes partes de la república y cómo la totalidad de una familia sufre por su familiar aislado. He aprendido que debo cuidar lo más posible tanto a los que están en casa como a los que están lejos. Debo esperar el tiempo indicado para salir. 

2. Debo obedecer a mis autoridades (Ro. 13:1).

En otras ciudades de México los casos están disparados y, por tanto, los hospitales colapsados. Eso no ha pasado aquí porque el Secretario de Salud ha sabido hacer bien las cosas. Definitivamente es muy tedioso estar en casa. Pasar días importantes como el día de las madres, los cumpleaños de mis hijos, y de otros familiares en casa. Saber que no podemos convivir en familia como cada año. Sin importar si estamos a favor o en contra, Dios nos ha mandado a obedecer a nuestras autoridades y, si esto está funcionando, es porque estamos resguardados obedeciendo. La instrucción de las autoridades es por algo y Dios lo ha querido así.

3. Debo amar a los demás (1 Co. 13).

Es un reto mostrar amor sin contacto físico, pues los pondría en riesgo. Este 10 de mayo hubiera sido el primero en mucho tiempo en que la familia Zermeño podría estar reunida completa. No disfrutarlo con ellos es difícil, pero los amo tanto que no los arriesgaría. Mostrando el amor de 1 Corintios 13, hoy es tiempo de mostrar el amor sufrido. Soportar todo. Como dice en Eclesiastés, hay tiempo para todo: tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar. Amor tanto a mi familia, iglesia, amigos, sociedad. Es tiempo de mostrar el amor de diferentes formas, a distancia.

4. Debo confiar en Dios (Sal. 62:5-8).

Debo confiar en que Dios nos cuidará. Eso no quiere decir que sea imposible enfermarnos, pero Dios puede bendecir nuestra obediencia con su resguardo. Así que debo tomar mis precauciones. Hacer lo que me corresponde. Dios nos cuida y me sentiría muy culpable si alguno de mis familiares, amigos o iglesia se contagiara por mi culpa o por mi familia. Y esa es la mejor muestra de amor: quedarme en casa.

Dios es bueno y sigue trabajando en mi vida, moldeándome a Su imagen. Por ello le doy la gloria solo a Él.


Denisse Zermeño nació en Monterrey, Nuevo León. Estudió la licenciatura en Pedagogía en la Universidad Cristiana de Las Américas. Colaboró en la edición del Himnario Majestuoso. Asiste a la iglesia Vida Nueva junto a su esposo Gerardo Montemayor y sus tres hijos Caleb, Elena y Aimé.