Tu pastor te lo ha dicho por lo menos una vez: “¡Debes ser lleno del Espíritu!”. La mayoría de los creyentes sabemos que eso es parte de la vida cristiana. Pero, al mismo tiempo, la mayoría tenemos diferentes conceptos de lo que esto significa. En algunas iglesias, la llenura del Espíritu se entiende como un arrebato en el que pierdes control de ti mismo. En otras iglesias, pareciera que el rol del Espíritu Santo ni siquiera es importante, porque se evita hablar al respecto.

Pero el apóstol lo manda con claridad: “Sed llenos del Espíritu” (Ef. 5:18). Esto debe ser parte de nuestra vida cristiana y debemos entender qué significa.

ESTUDIANDO EL CONTEXTO INMEDIATO

Para entender a qué se refiere Pablo cuando nos manda a “ser llenos del Espíritu Santo”, comencemos nuestra investigación en el mismo versículo de donde surge esta frase. ¡No hay nada como el contexto inmediato para dar claridad al asunto!

“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” (Ef. 5:18).

Nuestra frase de interés es la comparación: “con vino” y “del Espíritu Santo”. ¿Qué punto de similitud hay entre el vino y el Espíritu Santo? Ambos controlan. Y entre más y más uno “se llena”, más control tienen sobre ti. Entonces, “ser lleno del Espíritu Santo” habla de dejarle tener control.

Ahora, si miramos un poquito atrás en el contexto, veremos otro elemento. El versículo donde Pablo habla de “ser llenos del Espíritu” es el tercer elemento en una lista contrastes:

1. El contraste entre el andar sabio y el andar necio:

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios” (Ef. 5:15).

2. El contraste entre ser insensato y ser entendido:

“Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Ef. 5:17).

3. El contraste entre los efectos de la “llenura del vino” y la “llenura del Espíritu Santo”:

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” (Ef. 5:18).

El vino produce cada vez más disolución y descontrol. Y, a continuación, Pablo hace una lista de gerundios que muestran los resultados del control del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo produce cada vez más…

  • exhortación mutua (“hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales” [Ef. 5:19a]),
  • canto espiritual (“cantando” [Ef. 5:19b]),
  • alabanza sincera (“alabando al Señor” [Ef. 5:19b]),
  • gratitud (“dando gracias” [Ef. 5:20]),
  • sumisión mutua (“sometiéndoos unos a otros” [Ef. 5:21a, LBLA]).

Entonces, “ser lleno del Espíritu Santo” se puede medir y confirmar porque produce, en contraste con el desorden de la embriaguez, acciones que edifican a los creyentes y glorifican a Dios.

ESTUDIANDO EL CONTEXTO BÍBLICO

Ahora, para este pasaje hay un pasaje gemelo. No es solo paralelo, es gemelo. Es Colosenses 3. Si usted compara los textos siguientes, verá que es así:

El flujo, el orden, el desarrollo… todo es idéntico. Es su pasaje gemelo.

Pero sí hay una diferencia. Efesios 5:18 dice “ser lleno del Espíritu Santo”, pero su pasaje paralelo no menciona al Espíritu Santo (Col. 3:16). ¿Qué dice en lugar de esto? Dice: “Que la Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Esto es paralelo y, entonces, interpretativo de lo que significa “ser lleno del Espíritu Santo”.

Si alguien pregunta: “¿Cómo me lleno del Espíritu Santo?” (Ef. 5:19), Colosenses 3:16 contesta: “Deja que la Palabra de Cristo llene tu corazón y vida”. Ser lleno del Espíritu Santo es llenarse de las palabras inspiradas que el Espíritu sopló en el texto bíblico. Es dar a esas palabras divinas un fértil y rico suelo para que produzcan el fruto del Espíritu Santo (es decir, la semejanza a Cristo en tu vida).

RESUMIENDO EL SIGNIFICADO BÍBLICO

Entonces, “ser lleno del Espíritu Santo”:

  • Significa dejar que el Espíritu Santo tenga el control de tu vida.
  • Se observa por las acciones y actitudes que el Espíritu Santo produce (Gá. 5:22-23).
  • Se obtiene por medio de llenar el corazón con las palabras del Espíritu Santo (la Biblia).

Entonces:

  • No es algo inalcanzable: todo cristiano debe hacerlo.
  • No es algún segundo nivel de cristianismo: Dios lo espera de todos sus hijos.
  • No es algo místico: se obtiene por medio de la Palabra de Dios.

Y dos observaciones más:

  • No es algo que logras y ya no tienes que cuidar. El verbo griego es un “presente continuo”. Es algo que en todo momento haces (o descuidas). Obedeces la voz del Espíritu Santo, es decir, la Biblia (o la ignoras). Pero es una acción de obediencia constante.
  • No es algo que a fin de cuentas tú produces: el verbo griego es un “pasivo”. Literalmente se podría traducir: “Estén siendo llenados de (o por) el Espíritu Santo”. Él te llena. Él produce en ti su fruto. Tu responsabilidad es llenar tu vida de sus palabras para que el Espíritu Santo te las recuerde. Así, Él produce en ti los resultados de haberte controlado, porque tú te llenaste de sus palabras.

CONCLUSIÓN

Entonces, mi hermano, sé lleno del Espíritu Santo, que significa estudiar más la Biblia, obedecer más la Biblia, estar más preparado para exhortar, cantar, alabar, dar gracias, y someterse a otros porque Cristo te motiva e inspira.