No hay un tiempo particular para que un pastor se desanime, pero sí hay muchas cosas por las cuales un pastor puede desanimarse. Conflictos entre miembros de la iglesia. Finanzas escasas para la iglesia y, por tanto, para su familia. Ausencia de vacaciones. Largos periodos de consejería, abandonados por el aconsejado. La falta de amor de la iglesia al pastor. La decisión de un discípulo a seguir pecando de manera deliberada. Una iglesia o ministerio dividido. 

La lista podría crecer, pero como iglesia tenemos que hacernos una pregunta: ¿cómo animar a nuestro pastor en medio de la pandemia?

TU PASTOR ES UN CRISTIANO

Lo primero que debemos tener claro es que el pastor es un cristiano en redención. La responsabilidad que Dios le otorga a quien Él llama como pastor no hace que el pastor sea inmune a la tentación y al pecado, o que no se vaya a equivocar en sus decisiones. La fe en el pastor no es automática por el hecho de ser pastor. 

Por eso, la iglesia tiene que mirar más allá del pulpito donde cada domingo fija sus ojos para aprender a orar, relacionarse y proteger a su pastor. Pregúntate: ¿cómo está enfrentando mi pastor la era pos-COVID? ¿No estará enfrentado cuadros de ansiedad por no tener a la iglesia reunida cada domingo? ¿Cómo será el ministerio de mi pastor si, debido a la pandemia, perdió un gran porcentaje de miembros o el local donde la iglesia se reunía?

TU PASTOR NECESITA COMUNIÓN

Lo cierto es que la iglesia tiene a dónde ir y llorar para desahogarse cada domingo, mientras escucha la Palabra y oran unos por otros. La iglesia tiene dónde alegrarse y tomar animo por medio de la fe y enfrentar la semana para ser fiel al Señor. Pero ¿qué pasa con el pastor? ¿A dónde puede ir él? ¿Con quién puede desahogarse y ser solo él mismo? ¿Quién debe animar a un pastor desanimado? Veamos lo que dice la Biblia:

“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (He. 10:24-25).  

Las dos palabras a resaltar son “considerémonos” y “estimularnos”. Es interesante que las dos palabras están en plural y las dos son verbos que el autor usa en el contexto de la iglesia. Es muy importante resaltar que el pastor es parte integral de la iglesia, no un ente ajeno. Por tanto, es la iglesia quien debe considerar y animar al pastor.

Con esto en mente, quiero mostrar una fórmula que puede ayudarte a considerar y estimular a tu pastor: la “ORC” (Oración, Relación y Compromiso).

  1. Oración. En tiempos donde el desánimo toma lugar, la oración es una fuente de fortaleza para el pastor. Comunícate con él y pregúntale cómo está (insiste en ello, porque la mayoría responde sin pensarlo que todo está bien). Además, sé amable y dile cuánto valoras su trabajo y ora por su vida con agradecimiento. Pide al Señor por su matrimonio, su salud y sus finanzas. Ruega en tu oración que Dios lo llene de su amor y Espíritu.  
  2. Relación. Un pastor suele tener tiempos de soledad y agotamiento. Durante la pandemia, esto se ha incrementado, en especial, por la falta de reuniones de la iglesia. Así que, busca a tu pastor para relacionarte con él. ¿Sabes lo que más le gusta? ¿Podrías decir que conoces cuál es su comida favorita o su deporte preferido? Necesitamos estimular a nuestro pastor relacionándonos con él no solo en el contexto ministerial, sino también como personas en un contexto de confianza, diversión y alegría que fortalezca su corazón.
  3. Compromiso. La era pos-COVID tiene nuevos retos para el pastor. Una buena pregunta es: ¿cómo pastorear después del COVID-19? Para cada pastor, su entorno de la iglesia local será muy distinto a los años anteriores. Así que el compromiso de los miembros de la iglesia es una manera poderosa de animar a los pastores desanimados. Un compromiso con el Evangelio, con la Palabra de Dios, con amar a la iglesia y ser fieles al Señor Jesús, siempre será una fuente de ánimo para los pastores.

Tu pastor necesita “ORC” de tu parte. Es momento de actuar. Por si no lo sabes, entiende esto: tu pastor te necesita hoy, búscalo ahora mismo.


Alex Díaz es el pastor de Iglesia Central, la cual está plantando en Cuernavaca, México. Es consejero y maestro de Biblia, está cursando una Maestría en Divinidad con énfasis en misiones y evangelismo en el Southern Baptist Theological Seminary; regularmente publica artículos para Coalición por el Evangelio, está casado desde hace 20 años con Ana Laura Sánchez, y tiene dos hijos adolescentes, Fernando y Elías.